Está demostrado que la tasa de educación de la mujer influye positivamente en la productividad general del trabajo, por ello el Banco Mundial tiene varios programas y pilares orientados al empoderamiento de la mujer.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó un informe de Janet Stotsky llamado “Gender and its relevance to macroeconomic policy: una encuesta, de octubre 2006”. Este informe explica el efecto positivo de la participación de la mujer en la economía. El comportamiento de la mujer es diferente al del hombre, las mujeres son más proclives a destinar el ahorro a favor de las necesidades básicas o en desarrollo de los hijos.
Según el informe del Banco Mundial llamado “El efecto del poder económico de las mujeres en América Latina y el Caribe”, demuestra que del año 2000 al 2010, las mujeres han desempeñado un papel importante en la disminución de la pobreza, observando un aumento en las tasas de participación de las mujeres en el mercado laboral de un 15%, y una reducción del 30% en los índices de extrema pobreza. Este informe señala que si aumentamos la participación laboral de las mujeres, podemos aumentar el producto internto bruto (PIB) de una economía entre 5 y 34%, especialmente en las economías emergentes.
Ofrecer mejores accesos a las mujeres a la educación, salud, empleo, crédito y a reducir la diferencia entre hombres y mujeres mejoran el nivel de crecimiento económico.
Respecto al rol de la mujer en la economía del mundo, ellas generan un gran impacto económico en las empresas, las mujeres controlan cerca del 65% de las decisiones de compra totales en bienes y servicios a nivel global, esto no es exclusivamente en las categorías tradicionalmente femeninas. Esto hace que las mujeres cumplan una función extraordinaria en las empresas, pues entienden al consumidor y sus hábitos de consumo. Además están involucradas en la comercialización, diseño, y fabricación de una gran variedad de bienes y servicios. Las mujeres agregan valor comercial a los productos y marcas, generando mayores ganancias para las empresas.
Sin embargo en Latinoamérica, a pesar que está demostrado el gran beneficio de la mujer en la participación económica de empresas y países, ellas enfrentan grandes retos: como la falta de apoyo efectivo en su desarrollo profesional y personal, falta de oportunidades de capacitación y educación, falta de acceso al crédito y a la tecnología, así como falta de acceso a programas de liderazgo. Recomendamos leer ¿Por qué tenemos tan pocas mujeres líderes?
También enfrentan otros problemas relacionados con la percepción de su comunidad provocadas por creencias culturales que dificultan su desarrollo profesional, esto genera bajos niveles de confianza y autoestima personal. La sociedad tiende a cuestionar la capacidad de la mujer para equilibrar y efectuar varios roles sociales como ser madre, esposa, emprendedora, empleada o empresaria.
Fomentar una mayor participación de las mujeres en la fuerza laboral, la reducción de la brecha salarial y el aumento de la presencia de mujeres en posiciones de liderazgo, afectaría positivamente el impacto en la economía del país, se estima que el Producto Interno Bruto per cápita de Panamá incrementaría un 21% al nivelar la participación laboral de las mujeres y los hombres.
Si hablamos de Panamá, país base de la iniciativa de Liderazgo Empresarial para el desarrollo de líderes. Actualmente la tasa de participación laboral de las mujeres panameñas, de 51%, está 21 puntos porcentuales por debajo de la de los hombres y la tasa de desempleo de las mujeres alcanza 8%. La situación de desempleo se acentúa en el caso de las jóvenes, con una tasa superior a 22%, entre las menores de 25 años. Sin embargo estos números no están actualizados, y muchos países de américa latina tienen peores condiciones que las de Panamá.
Las medidas que debe tomar el gobierno de Panamá como muchos otros gobiernos latino americanos, es promover el posicionamiento de las mujeres, especialmente las jóvenes, en profesiones con una mayor demanda previsible en el futuro y debe prestar apoyo integral a su desarrollo profesional con énfasis en las desempleadas y en las que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad socioeconómica.
Panamá como latino América, deben crear un plan de acción que contemple medidas para incentivar el ascenso de las mujeres a puestos de decisión en todo tipo de empresas, mejorar la concientización sobre la brecha salarial de género e integrar el enfoque de género en el ecosistema de empleo, formación y emprendimiento.
El rol de la mujer en la economía del mundo no debe ser subestimado, empoderar a la mujer no solo mejora su calidad de vida, sino también la de su núcleo familiar. En gran escala la participación de la mujer beneficia la economía del país y el mundo.
Otro artículo y una charla muy interesante sobre como reducir la brecha económica entre géneros esta directamente relacionado con un incremento de la competitividad económica según el Fondo Económico Mundial: Las mujeres emprendedoras son un ejemplo no una excepción
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