Este video TED de Steve Johnson nos responde ¿Cómo crear buenas ideas? ¿Donde nacen las buenas ideas? ¿Cual es el ambiente donde aparece la innovación? ¿Cual ese espacio donde somos más creativos? Steven Johnson es un autor de 13 libros » sobre la historia de la salud, medicina y tecnología.
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Las ideas tienen sexo para reproducirse…
Steve Johnson comienza relatando una historia sobre el café inglés y cómo este fue crucial para el desarrollo y la expansión de uno de los grandes desarrollos intelectuales de los últimos 500 años. Esa época que llamamos La Ilustración.
Las cafeterías jugaron un rol importante en el inicio de la ilustración. Primero porque la gente se reunían allí porque antes de la cultura del café y el té en la cultura inglesa, las personas bebían alcohol; por que el vino, la cerveza, el ginebra eran las opciones saludables en aquella época, porque el agua no lo era.
Pero otro punto importante era el espacio, era un lugar donde las personas con diferentes procedencias, campos de experiencia se reunían para compartir. Cómo dice Matt Ridley, donde las ideas pueden tener sexo.
¿Cómo crear buenas ideas?
¿Cual es el ambiente que produce y propicia los niveles de innovación? ¿Cuál es el espacio? hay patrones recurrentes para de los que podamos aprender y así aplicarlo en la vida.
Algunas palabras que utilizamos para describir momentos de inspiración son: golpe de suerte, flash, revelaciones, epifanías, momentos eureka, encendimos la bombilla, etc. Todos estos conceptos retóricos, comparten la misma suposición básica, que una idea es un momento aislado que sucede en momentos de inspiración.
Pero la idea es una red en su nivel más elemental. En nuestro cerebro, una idea es una red neuronal moviéndose en sincronía unas con otras dentro del cerebro. Una configuración nueva de pensamientos que no se habían formado antes.
¿Cómo se mete el cerebro en ambientes donde este tipo de redes son propensas a formarse?
Resulta que los patrones de redes del mundo exterior son similares a muchos patrones de redes del mundo interior del cerebro. Un hombre llamado Timothy Prestero tenía una compañía llamada Design that Matters (Diseño que importa o que cuenta). Allí decidieron abordar el problema urgente de los índices de mortalidad infantil en los países en desarrollo. Una de las cosas frustrantes que sabemos, es que las incubadoras neonatales modernas mantienen a los bebes prematuros calientes y así se disminuye la mitad del índice de mortalidad.
La tecnología existe, es común en los países desarrollados. El problema es que si enviamos incubadoras (cuestan $40,000 dólares) y se envían a pueblos en África. Funcionan bien por 1 o 2 años, pero luego se dañara y no servirá más. Porque no tienen un sistema de repuestos o expertos en el tema para componer el equipo dañado. Por eso al final la idea es inservible.
Prestero y su equipo decidieron observan y ver los recursos en estos países. Notaron que los ciudadanos de aquellos países tenían el conocimiento para dar mantenimientos a sus automóviles. Así que pensaron ¿Podremos construir una incubadora neonatal con partes de automóviles?
Y al final crearon NeoNurture, se ve como una incubadora normal pero por dentro tiene partes de autos. Tiene ventilador, luces para calentar, tiene alarmas, funciona con batería, y lo único que necesita son repuestos de Toyota y la habilidad de componer la lámpara. Esto es un ejemplo grandioso de cómo suceden las ideas.
Nos gusta pensar que nuestras grandiosas ideas son como una incubadora de 40,000 dólares, totalmente nueva y llena de tecnología. Pero usualmente son un conjunto de partes que siempre estuvieron allí, tomamos ideas de otras personas, personas de quienes hemos aprendido, que nos encontramos en las cafeterías, la entretejemos de nuevas formas y creamos algo nuevo. Allí es cuando sucede la innovación.
Creando buenas ideas
Esto quiere decir que debemos cambiar algunos conceptos y modelos de cómo luce la innovación y el pensamiento profundo. De hecho los espacios que históricamente han llevado a la innovación son cenas en tabernas de la época. Estos son los ambientes caóticos que propician la creación de ideas, donde las personas están predispuestas a confluencias nuevas, interesantes e impredecibles; personas de distinta procedencia.
Hace unos años el investigador Kevin Dunbar decidió salir y adoptar el enfoque de Gran Hermano. Visitando los laboratorios científicos del mundo y grabó cada uno de ellos, mientras hacían su trabajo. Grabó cuando se sentaban enfrente de un microscopio, cuando hablan con colegas al tomar agua y todas esas rutinas diarias. Grabó todas las conversaciones y trato de adivinar de donde provenían las ideas más importantes.
Cuando pensamos en científicos, pensamos en un hombre de bata blanca sentado frente a un microscopio, viendo alguna muestra de tejido y luego tuvieron su momento Eureka y nació una idea. Pero lo que sucedió cuando Dunbar vio los vídeos, es que todas las ideas innovadoras no sucedieron frente al microscopio o en un laboratorio solitario. Sino en la mesa de conferencias, en la reunión semanal del laboratorio; donde todos se sentaban, compartían sus últimos datos y descubrimientos. Incluso, cuando las personas compartían los errores que habían cometido.
A este tipo de ambiente se le llama redes líquidas. Lugar donde confluyen diferentes ideas, de distintas procedencias, intereses, donde se empuja y rebotan. Ese tipo de ambiente es el caldo donde se cultivan la innovación.
Las buenas ideas tienen largos períodos de incubación. Muchas personas hablan de corazonadas o instintos. Sin embargo, muchas de las grandes ideas han persistido en la mente por décadas en la mente de las personas antes de ser realidad, ellos tienen el presentimiento que tienen algo importante pero no tienen las herramientas para descubrirlo.
Algunas veces es necesario unir las corazonadas o ideas. Uniendo la mitad de una idea con la mitad de otra idea, y si estamos en el ambiente correcto se vuelve más grande que la suma de sus partes. Por ello a veces protegemos las ideas, creamos laboratorios o proyectos secretos para patentarlo todo, para que esas ideas mantengan su valor y para incentivar más ideas o innovación pero creo que deberíamos entender mejor el valor de la conexión que el valor de la protección de ideas.
Una historia sobre crear buenas ideas
El 4 de octubre de 1957, se lanzó el Sputnik. En un laboratorio de física aplicada en Maryland en conjunto con la universidad de Johns Hopkins. Es lunes en la mañana y las noticias dicen que el satélite esta girando alrededor del planeta.
Dos investigadores (Guier y Weffenbach) del laboratorio están en la cafetería conversando informalmente con otros colegas. Y alguien pregunta ¿alguien ha tratado de escuchar esa cosa? Hay un satélite artificial en el espacio, enviando señales de algún tipo, tal vez podríamos oírlas si las sintonizamos.
Resulta que Weffenbach es un experto en la recepción de microondas y tenía una pequeña antena con un amplificador en su oficina. Ambos investigadores en un par de horas comienzan a recibir la señal, porque los soviéticos hicieron al Sputnik fácil de rastrear en los 20MHZ, para evitar que las personas pensarán que era una farsa.
Personas comienzan a llegar a la oficina diciendo: es genial, lo puedo escuchar…entonces piensan, esto es histórico deberiamos registrarlo. Entonces traen esas grabadoras anticuadas de la época que eran enormes y comienzan a grabar los beeps y pitidos, anotando la fecha y la hora.
Entonces comienzan a notar pequeñas variaciones en la frecuencia, tal vez podamos calcular la velocidad en la que se mueve el satélite con matemática básica usando el efecto Doppler. Hablaron con otros colegas de otras especialidades. Obtuvieron el permiso de trabajar en un proyecto que no era oficial, con acceso a una computadora UNIVAC de esas enormes. Entre 3 o 4 semanas habían rastreado la trayectoria exacta del Sputnik alrededor de la tierra, solo escuchando la señal y siguiendo su corazonada que tuvieron un día almorzando.
Un par de semanas más tarde, su jefe Frank McClure, les dijo: Han logrado saber la ubicación desconocida del satélite girando alrededor de la tierra desde un sitio conocido en la superficie terrestre. ¿Podría hacerse al revés? ¿Podrían ubicar algo en la superficie de la tierra si se supiera la ubicación del satélite?
Entonces dijeron: Tal vez… quizá se pueda… Permitanos calcular unos números. Luego regresaron y dijeron, será más fácil. Entonces su jefe les dijo: grandioso, porque tenemos nuevos submarinos nucleares que estoy construyendo, y es realmente difícil saber como hacer que los misiles lleguen a Moscú, sino sabemos dónde están los submarinos en medio del Océano Pacífico. Pensamos que podríamos enviar unos cuantos satélites y usarlos para ubicar a los submarinos. ¿Podrían trabajar en ese problema? …
…y así fue como nació la tecnología GPS, 30 años más tarde Ronald Reagan abrió la plataforma para que cualquiera pudiera construir sobre ella, y así crear nueva tecnología.
Así es como se produce la innovación. Las oportunidades favorecen a las mentes conectadas.
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