Las líneas de crédito con garantía hipotecaria y los préstamos con garantía hipotecaria se han convertido en formas cada vez más populares de financiar gastos importantes o inesperados. A menudo, las tasas de interés son más bajas que las de las tarjetas de crédito, y ambas opciones brindan acceso a los fondos al permitirte pedir prestado en función del capital de tu hogar.
Un beneficio adicional es que el interés que pagas por el préstamo puede ser deducible de impuestos. Habla con tu asesor de impuestos o contador para ver si este beneficio se aplica en tu país.
¿Qué es una línea de crédito con garantía hipotecaria?
Una línea de crédito con garantía hipotecaria, funciona como una línea de crédito renovable. En lugar de recibir una suma global, puedes pedir prestado la suma que necesites, sea mucho o poco dinero, en un momento dado hasta tu límite máximo de crédito. Cuando recibas la aprobación para acceder a una línea de crédito, te entregarán cheque o una tarjeta de crédito para usar cuando quieras desembolsar dinero según tu línea de crédito.
Una línea de crédito con garantía hipotecaria se divide en dos periodos importantes:
- El período de desembolso, en los cuales puedes utilizar activamente la línea de crédito.
- El periodo de pago, que es cuando devuelves el dinero prestado.
En la mayoría de los casos, tus pagos mensuales mínimos solo incluirán el interés durante el periodo de desembolso. Tu serás responsable de devolver el capital del préstamo durante el periodo de pago. Esto podría dar como resultado un pago mensual más alto o un pago global al vencimiento. Si pagas el dinero prestado durante el período de desembolso, este estará disponible para que puedas pedir prestado nuevamente hasta que expire el periodo de desembolso, y así repites continuamente pidiendo prestado, y devolviendo el dinero.
Uno de los principales beneficios de una línea de crédito con garantía hipotecaria es su flexibilidad. Al igual que un préstamo con garantía hipotecaria, una línea de crédito con garantía hipotecaria se puede utilizar para lo que desees. Sin embargo, es la opción más adecuada para gastos continuos a largo plazo, como renovaciones en el hogar, facturas médicas o incluso la matrícula de la universidad. Tu cantidad aprobada se basa en un porcentaje del valor tasado de tu casa menos lo que todavía adeudas de tu primera hipoteca.
Por lo general, una línea de crédito con garantía hipotecaria tiene una tasa de interés variable basada en las fluctuaciones de un índice, como la tasa preferencial.
¿Qué es un préstamo con garantía hipotecaria?
También conocido como segunda hipoteca, un préstamo con garantía hipotecaria te permite acceder a una suma global de dinero que aceptas devolver en un plazo de 10 a 30 años. Al igual que una línea de crédito con garantía hipotecaria, generalmente se requiere una tasación como parte del proceso de solicitud para ayudar a determinar el valor de mercado de tu casa.
Los préstamos con garantía hipotecaria – a menudo más adecuados para gastos grandes por única vez- son beneficiosos si necesitas ayuda para cubrir gastos como mejoras en el hogar a corto plazo o un auto nuevo. Este tipo de préstamo suele tener una tasa de interés fija.
Comprende los términos del préstamo o línea de crédito con garantía hipotecaria
Cuando sacas un préstamo o línea de crédito con garantía hipotecaria, estás usando tu casa propiedad en garantía. Asegúrate de entender los términos del préstamo o línea de crédito y pide únicamente una cantidad de dinero que se ajuste cómodamente a tu presupuesto.
Si eliges un préstamo con garantía hipotecaria de tasa fija, deberás respetar un cronograma recurrente de pago. Por lo tanto, sabrás el monto exacto de tus pagos mensuales durante todo el periodo de tu préstamo. Con una línea de crédito con garantía hipotecaria, tendrás la flexibilidad de pagar todos los intereses durante el periodo de desembolso.
Mantén siempre presente al momento de requerir uno de estos préstamo con garantía hipotecaria recurrir a un asesor de finanzas personales para que te asesore correctamente y te encuentres la mejor opción. Ya que los asesores tienen conocimientos y vínculos con la banca y harán por usted todas las investigaciones para su beneficio.
Si trabajas en el sector privado, o en educación, salud, fuerza pública o eres jubilado o pensionado, un asesor es tu solución.
