Ya estamos casi fin de año, cerca de Navidad, donde miles de niños quieren escribir sus deseos a Santa Claus. Y allí es donde entra SantaMail.org, es el sitio web de Byron Reese, negocio donde vende cartas personalizadas para Santa Claus; incluso tiene estampillas del Polo Norte y Alaska para dar una sensación real a los niños y padres.
Byron Reese tenía pocas expectativas de este negocio, pero tenía estupendos recuerdos de su niñez y las navidades con su familia. Por ello inició el negocio en honor a su madre que había muerto.
Pero sus expectativas cambiaron ese mismo año (2001) cuando alcanzó la cifra de 10,000 que equivalen a $10 dólares cada una. Si hacemos la matemática llegó a vender $100,000 dólares en el primer año de operación de su negocio. Cada año SantaMail.org mejora su cifra de ventas, en el año 2005 alcanzó 1 millón de dólares. No tenemos cifras exactas de sus ingresos hoy día, pero el sitio web todavía existe.
El negocio de los sentimientos
Reese más que vender cartas vende emociones, recuerdos y sentimientos que tienen los padres de su niñez y estos quieren compartirlas con sus hijos.
Con un precio de $9.95 dólares los padres pueden darle la ilusión a un niño sobre la existencia de Santa. No queremos entrar en dilemas sobre si es una mentira o una fantasía; esta es una decisión que cada padre y madre toma sobre como educar a sus hijos.
Análisis del negocio
Reese a seleccionado perfectamente el mercado eligiendo residente de Norte América donde las cartas para Santa Claus es una tradición para las fiestas de Navidad y donde hay millones de personas con esa misma tradición.
Esa es una clave importante en los negocios, seleccionar mercados que generen ventas. Y que no existan muchas empresas deseosas de vender lo mismo.
Es necesario desde antes de iniciar una empresa seleccionar el mercado adecuado para nuestros productos o servicios, sino lo hacemos es inevitable el fracaso de la idea de negocio..
Por último, crear políticas en el desarrollo del trabajo han sido de vital importancia para el negocio de Byron Reese. Estas políticas se van desarrollando con el paso de los años y como aprendemos a hacer el negocio de una manera más eficiente.
Por ejemplo Reese y su personal se dieron cuenta que no podían hacer maratones de 36 horas como las que realizaron el primer año de operación. Para evitarlo busco proveedores externos que le facilitaran el trabajo. Y un cronograma detallado que le permita organizarse antes de que comience el próximo año, desde febrero comienza a trabajar.
Todo este tipo de políticas nacen del sentido común. Pero el sentido común es algo que se adquiere por la experiencia. Hay cosas que no se pueden aprender con la experiencia de otros sino a través de nuestra propia experiencia. De esta forma la idea de negocio va evolucionando y transformándose poco a poco en algo más grande a lo que originalmente se tenía planeado.
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