En 1999 Ken Ahroni en una fiesta del Día de Acción de Gracia fiesta de Estados Unidos, a Ken se le ocurrió una idea que le generaría $700,000 dólares de ingreso anual. Todo gracias a una discusión de sus amigos sobre a quién le tocaría romper el hueso de la suerte (una supertición estadounidense) donde dos personas halan la fúrcula del pavo (un hueso en forma de horquilla) quien se queda con la pieza más grande se queda con la suerte.
Gracias a este evento tuvo la visión de crear una producción en masa de este hueso en plástico. Ken Ahrnoi poco a poco fue desarrollando la idea de su plan de negocio hasta desarrollar un prototipo. En 2004 lanzó formalmente la empresa llamada Lucky Break Wishbone Corp, vendiendo 2.5 millones generándole $700,000 dólares en ganancia ese mismo año.
Lastimosamente la empresa de Ken Ahroni sufre un fuerte revés gracias a que Sears un gigante corporativo también ha creado su propia versión del hueso de la suerte, al ver el éxito de Ken Ahroni.
Por ello se ha entablado una demanda por copia pidiendo $1.7 millones contra Sears y contra su agencia de publicidad Young & Rubicam. Si quieres leer más visita: Plastic wishbone company claims $1.7M win versus Sears – Puget Sound Business Journal (Seattle).
Análisis de la situación
La historia de Ken Ahroni ha inspirado muchos artículos sobre ideas de negocios locas o absurdas que tuvieron éxito, porque no a todos se le ocurre la idea de generar un hueso de plástico sobre una superstición tonta para muchas personas.
Aunque a la mayoría nos gusta los finales felices, el final de esta historia es la realidad dell mundo empresarial. Donde un emprendedor se le ocurre una idea genial pero una corporación con más recursos y se apropia del mercado que tanto le costo a la pequeña empresa conquistar.
No es la primera vez que ocurre ni tampoco será la última. Como empresarios debemos ser conscientes de que los negocios de mercados grandes y masivos siempre tienen tiburones que querrán comerse a los peces más pequeños.
Cuando uno logra crear una empresa de la nada y especialmente una como la de Ken Ahroni; uno tiende a ser muy emocional y ser muy posesivo sobre una empresa que no tiene los recursos para luchar contra una mega corporación.
El problema de las empresas, familiares y de muchos emprendedores es que antes de tener una mente de empresario, debemos tener una mente de inversionista, un inversionista hace negocios para luego venderlo y del dinero que se recauda, invierte en otro negocio mucho rentable.
Para ello es necesario desvincularse de la idea y tomar las decisiones analíticamente y no emocionalmente. La pregunta es ¿seras capaz de hacerlo? dejar un negocio que te costo trabajo y sacrificios.
Pues creo que no, porque para ello necesitas haberte preparado para lo peor desde el principio. Y no todos lo hacemos.
Independientemente que Ken Ahroni gane o pierda las futuras demandas, debemos aprender de su ejemplo:
- Si descubrimos un mercado tan masivo como el lo hizo, es lógico que las grandes empresas querrán su tajada del pastel, por ello es necesario estar preparado o buscar negocios en nichos o subnichos de mercados que tienen un ingreso lo suficientemente alto para ti pero muy poco para las grandes empresas.
- Si nos sucede lo mismo que Ken Ahroni, es mejor salvar todo lo que se pueda antes que se hunda el barco. Y con el dinero que hemos ganado invertir en un mejor negocio que generé más dinero y más difícil de robar por parte de la competencia.
- Los negocios basados en internet deben basarse en modelos de negocios muy difíciles de copiar, por ejemplo Netflix.com la empresa que te permite alquilar películas por correo electrónico, hoy día vende streaming, un modelo de negocio que le ha costado la existencia a Blockbuster. A pesar que Blockbuster invirtió millones de dólares eson no pudo evitar su bancarrota porque no evolucionó con el mercado.
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